Economía conductual y el descuento hiperbólico en programas de bienestar social en México: pan para hoy, hambre para mañana

La economía conductual, al combinar psicología con teoría económica, ha transformado de forma sustancial nuestra comprensión de los procesos de decisión, y es considerada una de las corrientes más innovadoras y disruptivas de las ciencias económicas en las últimas décadas. Más allá de su potencia teórica, ofrece herramientas concretas para analizar y rediseñar políticas públicas desde una perspectiva realista del comportamiento humano. Uno de sus conceptos fundamentales, el descuento hiperbólico, explica por qué las personas suelen priorizar recompensas inmediatas sobre beneficios mayores a futuro. Este marco es particularmente revelador cuando se aplica a los programas sociales de México, como la Tarjeta del Bienestar, los cuales considero funcionales al clientelismo político con fines electorales. Al analizar estos programas a través del lente del descuento hiperbólico, podemos entender cómo explotan tendencias conductuales para fomentar dependencia y asegurar lealtad política, respaldados por datos y evidencia de su impacto electoral.

El sesgo de lo inmediato: cómo opera el descuento hiperbólico en la política social

El descuento hiperbólico, introducido por George Ainslie en la década de 1970 y posteriormente desarrollado por autores como David Laibson (1997) y Shane Frederick (principios de los años 2000), describe cómo los individuos valoran de manera desproporcionada las recompensas inmediatas frente a las futuras, a menudo en detrimento de su bienestar a largo plazo. Este sesgo revela una fuerte inclinación hacia la gratificación instantánea. Por ejemplo, alguien podría elegir 50 pesos hoy en lugar de 100 en un año, incluso si esperar resulta en mayor valor. Este sesgo moldea decisiones en áreas como el ahorro, la salud y, de manera crucial, el comportamiento político.

En México, programas sociales como la Tarjeta del Bienestar, que entrega transferencias de efectivo directas a millones, aprovechan esta tendencia conductual. La Tarjeta para el Bienestar, parte de los “Programas para el Bienestar”, otorga pagos bimestrales —como 6,000 pesos (aproximadamente 300 USD) para adultos mayores— dirigidos a grupos vulnerables como personas mayores, estudiantes, madres trabajadoras y otros sectores en situación de vulnerabilidad. Aunque se presentan como alivio a la pobreza, estos programas priorizan el alivio a corto plazo sobre el desarrollo sostenible, alineándose con el sesgo de inmediatez del descuento hiperbólico. En términos simples: pan para hoy y hambre para mañana.

El diseño de la Tarjeta del Bienestar ejemplifica cómo el descuento hiperbólico puede ser aprovechado con fines políticos. Al entregar efectivo directamente a los beneficiarios, el programa proporciona apoyo inmediato y tangible, eliminando intermediarios para crear un vínculo directo entre el gobierno y la población atendida. Esta inmediatez es psicológicamente poderosa: recibir 6,000 pesos hoy se siente más gratificante que la promesa abstracta de estabilidad y crecimiento económico a largo plazo a través de, por ejemplo, educación o creación de empleo. Para hogares de bajos ingresos, donde las restricciones de liquidez amplifican el valor del efectivo inmediato, este efecto se intensifica.

Los datos destacan la magnitud de esta estrategia. En 2024, aproximadamente 27.9 millones de mexicanos son beneficiarios de los Programas para el Bienestar, lo que representa un aumento significativo respecto a los 20 millones de 2022. Este incremento incluye programas como la Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores (12.2 millones de beneficiarios), la Pensión para Personas con Discapacidad (1.4 millones), las Becas Benito Juárez (12.5 millones), Jóvenes Construyendo el Futuro (2.8 millones), entre otros. Además, se reporta que el 79 % de los hogares en México reciben al menos un apoyo, con una inversión social de 745 mil 813 millones de pesos en 2024.

Del bienestar al clientelismo: consecuencias políticas de la gratificación instantánea

La conexión entre el descuento hiperbólico y el clientelismo radica en cómo las recompensas inmediatas moldean el comportamiento electoral. El clientelismo, el intercambio de bienes o servicios por apoyo político, prospera explotando preferencias de corto plazo. Las transferencias de la Tarjeta del Bienestar, entregadas con una visible marca gubernamental, crean un sentido de reciprocidad: los beneficiarios se sienten en deuda con el partido que provee el beneficio. Esto no es accidental. Programas históricos como Solidaridad (1988–1994) apuntaban explícitamente a municipios clave para asegurar votos, una táctica que parece haberse perfeccionado.

La estructura del programa amplifica este efecto. A diferencia de programas anteriores como Oportunidades, que vinculaban beneficios a comportamientos a largo plazo (como la asistencia escolar), las transferencias incondicionales del Bienestar no requieren esfuerzo sostenido, maximizando su atractivo inmediato. Esto se alinea con el descuento hiperbólico: los votantes priorizan el efectivo instantáneo sobre los beneficios inciertos y retrasados de las promesas de partidos opositores.

Desde la perspectiva de la economía conductual, la dependencia de la Tarjeta del Bienestar en recompensas inmediatas arriesga perpetuar la dependencia y socavar el bienestar a largo plazo. El descuento hiperbólico explica por qué los beneficiarios pueden pasar por alto los costos de oportunidad del clientelismo: el efectivo recibido hoy distrae de problemas sistémicos —como salarios estancados o un sistema de salud pública colapsado o ineficiente— que perpetúan la pobreza. Al priorizar el alivio a corto plazo, el gobierno elude inversiones en reformas estructurales, que ofrecen beneficios retrasados pero transformadores.

Además, los motivos electorales del programa distorsionan la elección democrática. Los votantes, influenciados por la inmediatez del efectivo, pueden apoyar al partido en el poder no por alineación ideológica, sino por un sesgo conductual hacia la gratificación instantánea. Esto socava el principio del voto libre, ya que el Estado explota vulnerabilidades psicológicas para mantener el poder.

¿Qué se puede hacer? Reformas conductuales para programas sociales

Para mitigar los riesgos clientelistas de programas como el Bienestar, los responsables de las políticas deben abordar los sesgos conductuales en juego. Una estrategia es rediseñar las transferencias para fomentar el pensamiento a largo plazo, como vincular beneficios a hitos como capacitación vocacional o metas de ahorro. La transparencia y la supervisión independiente —como promovía el CONEVAL— también podrían haber contribuido a frenar la manipulación electoral. Finalmente, la educación pública sobre el descuento hiperbólico podría empoderar a los votantes para reconocer y resistir los incentivos a corto plazo.

El caso de la Tarjeta del Bienestar ilustra el poder de la economía conductual para descifrar fenómenos sociales complejos. Al aprovechar el descuento hiperbólico, los programas de bienestar de México entregan recompensas inmediatas que aseguran lealtad política, a menudo a expensas del desarrollo a largo plazo y la integridad democrática. En una era de políticas basadas en datos, comprender estas dinámicas conductuales es crucial para diseñar intervenciones que prioricen el bienestar genuino sobre las ganancias electorales. Para profesionales interesados en la economía conductual, este caso destaca la capacidad de la disciplina para iluminar —y reformar— la intersección entre política, psicología y poder.

Erick Lobo
Director General at  | ceo@eje-global.com | Website |  + posts

Consultor y analista data-driven. Egresado de la licenciatura en Ciencias Políticas por la Universidad de Los Andes (Venezuela), del Máster en Gestión Pública de la Universidad Complutense de Madrid (España) y de la Maestría en Política y Gestión Pública del ITESO (México). Fue Director Editorial de la revista Capital Político. Actualmente es Director General de la agencia Politics & Government Consulting y CEO de la revista Eje Global en la ciudad de Miami, Estados Unidos de América.