El doctor Gilberto López y Rivas: testimonio de un revolucionario

El doctor Gilberto López y Rivas, director del Instituto Nacional de Antropología e Historia (Morelos, México), activista y autor en temas de los pueblos indígenas, es un reconocido experto en la materia tanto en México como en otros países. Recientemente publicó su último libro, Nadie puede ser amigo de todos: Testimonio de un revolucionario (Plaza y Valdés, 2024), donde ofrece un fascinante recuento de una vida dedicada a la izquierda. López y Rivas ha sido espía, asesor en cuestiones de autonomía indígena, activista, político y miembro de la Comisión de Concordia y Pacificación (COCOPA) en el Congreso mexicano. Esta entrevista se realizó durante las fiestas navideñas con el objetivo de conocer más sobre su vida y su compromiso con las luchas por la autonomía, esperando que su libro pueda ser distribuido en España.

¿Cómo y cuándo comenzaste a colaborar con el GRU (inteligencia militar soviética)?

Comencé a colaborar con la agencia de inteligencia militar soviética (GRU) cuando cursaba la preparatoria. Se me solicitó “armar vidas”, obtener inscripciones de actas de nacimiento y cartillas del servicio militar en blanco (estuve dos años como subteniente para realizar esa tarea), forjando identidades para agentes que eventualmente pasarían a Estados Unidos.

¿Qué tipo de formación recibiste?

Fue en 1969, después de la masacre del 2 de octubre de 1968 —de la que sobrevivimos ilesos—, que se decidió viajar a la URSS para recibir entrenamiento. Aprendí fotografía, cifrado y descifrado, varias formas de comunicación clandestina, como Morse, piedras huecas y escritura invisible, entre otras. También cursé estudios sobre la guerra estratégica entre la URSS y Estados Unidos. Viajé varias veces a la URSS con otras identidades y rutas diferentes, recibiendo entrenamiento diverso en cada ocasión.

¿Participaste en el movimiento estudiantil mexicano de 1968?

Estuvimos profundamente involucrados durante todo el movimiento, participando en las movilizaciones y tareas hasta la masacre del 2 de octubre.

¿Realizaste estudios de posgrado en Estados Unidos?

Sí, estudié un doctorado en Antropología en Estados Unidos por orientación del GRU y obtuve un puesto como profesor en el Departamento de Estudios Chicanos de la Universidad de Minnesota. Fui detenido por el FBI en junio de 1978.

¿Cómo llevaste a cabo tus actividades de espionaje en Estados Unidos?

Con la cobertura de estudiante e investigador de los chicanos, realicé diversas tareas de inteligencia en varias regiones del país.

¿Cómo fue el trato del FBI contigo y tu esposa, la antropóloga Alicia Castellanos, cuando te detuvieron?

Aunque no ejercieron violencia física, sí nos amenazaron con despojarnos de nuestros hijos si no cooperábamos con ellos.

¿Te dejaron regresar a México sin cargos?

No pudieron detenernos ni enjuiciarnos porque su vigilancia y detención habían sido ilegales. Salimos con un abogado —el jefe del Departamento de Estudios Chicanos— dos días después de haber sido interrogados en una suite de un hotel de Minneapolis.

¿Participaste en los movimientos revolucionarios de Centroamérica en los años setenta y ochenta?

Sí, cooperamos con los revolucionarios salvadoreños, fundando el Comité de Solidaridad con el Pueblo Salvadoreño y ofreciendo apoyo económico y político al FMLN.

¿Qué hiciste para los sandinistas en la Costa Caribe de Nicaragua?

Fui parte de la comisión que instituyó la autonomía en la Costa Caribe de Nicaragua, trabajando como asesor del Ministerio del Interior con los comandantes Luis Carrión y Tomás Borge.

¿Sabías del EZLN antes del 1 de enero de 1994?

Sabía de la existencia de una guerrilla en Chiapas, pero no imaginábamos los alcances históricos y políticos del EZLN.

¿Cómo llegaste a ser asesor en los acuerdos de San Andrés?

Por mis libros sobre autonomía y mi perfil público en la izquierda marxista.

¿Qué opinión tienes sobre tu experiencia en política con el PRD?

Fue una experiencia enriquecedora, pero evidenció las limitaciones de la partidocracia y la democracia burguesa, así como la capacidad de estas para corromper a la izquierda institucional.

¿Ha habido cambios para los pueblos indígenas con los gobiernos de Morena?

Los gobiernos de Morena, tanto con AMLO como con Claudia Sheinbaum, son contrarios a los intereses de los pueblos indígenas. Representan una forma de extractivismo neocolonial disfrazada con fraseología de izquierda. En suma, es más de lo mismo.

¿Cuál es tu opinión sobre la lucha del pueblo vasco por su autodeterminación?

El derecho a la autodeterminación es irrenunciable. Escribí sobre este tema en 2000, recibiendo críticas de la derecha mexicana en la revista Letras Libres. Afirmé que el derecho a la autodeterminación del pueblo vasco incluye decidir su régimen político, económico y cultural, incluso formar un Estado independiente. Este derecho está reconocido en la Carta de las Naciones Unidas y en numerosos documentos internacionales. Sin embargo, la lucha ha sido marcada por violencia tanto de ETA como del Estado español, lo que no facilita una solución pacífica.

¿Sigues considerándote revolucionario?

Renuncié al PRD y a la izquierda tutelada porque sigo siendo un revolucionario de toda la vida, fiel al lema zapatista: “Para todos, todo; para nosotros, nada”.

Agradecemos al Dr. Gilberto López y Rivas por compartir su invaluable testimonio, que enriquece nuestra comprensión de la lucha por la justicia social y la autonomía en diversos contextos.

Eje Global
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Periodista de investigación galardonado, con experiencia en prensa escrita, radio y televisión. Actualmente activo en el Proceso de Paz en el País Vasco. Investigador senior, especializado en conflictos armados, insurgencias, contrainsurgencias y terrorismo. Investigación estratégica corporativa en los sectores de la construcción dentro del movimiento sindical. Asesor en resolución de conflictos (para diversos países y organizaciones) y autor del libro “Leonard Peltier: La lucha india en voz alta”.