América Rangel: “Debemos devolverle al individuo el poder que la izquierda le ha quitado”

En Eje Global, conversamos con la diputada América Rangel, legisladora del Congreso de la Ciudad de México y una de las voces más jóvenes y críticas del escenario político actual. Militante del Partido Acción Nacional (PAN), Rangel se ha destacado por su firme defensa de las libertades individuales, el libre mercado y su crítica frontal a la Cuarta Transformación y a los gobiernos que coartan los derechos y las libertades ciudadanas.

Conocida por sus posturas a favor de un Estado limitado y por promover políticas centradas en la libertad económica y personal, Rangel aborda en esta entrevista los problemas más urgentes que enfrenta la Ciudad de México —desde la inseguridad y la crisis del agua hasta el colapso del transporte público— y plantea propuestas enfocadas en reducir la intervención estatal y fortalecer los derechos individuales.

En esta conversación, también profundiza en su iniciativa para que las personas privadas de la libertad trabajen durante su reclusión, su postura sobre el papel del Estado en la economía y su perspectiva sobre el futuro político de México.

Eje Global: Como legisladora en la Ciudad de México, ha sido una de las voces más críticas respecto al actual gobierno de la capital. Desde su perspectiva, ¿cuáles son los principales problemas que enfrenta la ciudad y qué soluciones propone para atenderlos?

América Rangel: La Ciudad de México enfrenta problemas graves que la izquierda no ha podido resolver en los últimos 30 años. El primero es la inseguridad: los delitos como robos y extorsiones no disminuyen, y la gente vive con miedo. Segundo, la crisis del agua: millones de hogares sufren desabasto mientras se pierden miles de litros por fugas que no se reparan. Tercero, el transporte público: el Metro está colapsado, con fallas constantes y falta de mantenimiento, y las opciones de movilidad son insuficientes para una ciudad de este tamaño. Por último, el deterioro de los valores sociales y familiares, que ocasionan más inseguridad y más violencia.

La única solución para la ciudad es un cambio radical de rumbo, desechar las nocivas ideas de la izquierda e implementar un gobierno de mano dura contra la delincuencia, que deje funcionar al libre mercado y que se dedique a garantizar los tres derechos inalienables de las personas: el derecho a la vida, a la libertad y a la propiedad privada.

Eje Global: Usted ha impulsado la iniciativa para que las personas privadas de la libertad en las cárceles de la Ciudad de México realicen trabajos productivos. ¿Cuál es el objetivo de esta propuesta y qué impacto espera que tenga en el sistema penitenciario y en la sociedad mexicana?

América Rangel: La iniciativa tiene dos objetivos. Por un lado, acabar con el ocio y la vagancia en las cárceles, de tal manera que tengamos a los reos ocupados, en vez de estar profesionalizándose en el delito, y que cuando salgan tengan habilidades que les permitan reincorporarse al mercado laboral. Por otro lado, buscamos que los presos dejen de ser una carga para los contribuyentes y que con su trabajo paguen su propia manutención. No me parece que debamos destinar recursos para mantener a quienes han violado la ley.

De aprobarse, generaríamos ahorros muy importantes para el Gobierno de la Ciudad, además de que estaríamos reduciendo las extorsiones que se hacen desde la cárcel y en el futuro quienes salgan podrán incorporarse al mercado laboral, en vez de regresar a la vida delincuencial.

Eje Global: En los últimos años, hemos visto un creciente debate sobre el papel del Estado en la economía y en la vida de los ciudadanos. ¿Cuál es su postura sobre el avance del gobierno en espacios que tradicionalmente corresponden a la sociedad civil y la iniciativa privada?

América Rangel: Sin duda es muy preocupante, pero eso es precisamente lo que hace un gobierno de izquierda. Mi postura es clara: el Estado debe ser un facilitador, no un protagonista. Cuando el gobierno avanza sobre la economía y la vida de los ciudadanos, lo que conseguimos es menos libertad, más ineficiencia y una dependencia que nos perjudica a todos. Las empresas privadas y las familias son las que generan riqueza y sostienen al país, no las burocracias infladas.

Ahora vemos al gobierno jugando a ser empresario con proyectos como Mexicana de Aviación, el Tren Maya, Gas Bienestar, la refinería de Dos Bocas, etc. Lógicamente, todos estos proyectos han sido un rotundo fracaso, porque el gobierno no tiene los incentivos para hacer rentable una empresa y, lo peor, es que esas pérdidas no las pagan ellos, sino que las pagamos todos los mexicanos con nuestros impuestos.

También, aumentar controles y regulaciones ahuyenta la inversión, mientras que programas asistencialistas mal diseñados solo perpetúan la pobreza en lugar de resolverla.

Creo en un gobierno que se limite a garantizar seguridad, justicia y reglas claras, dejando que los ciudadanos y el mercado hagan lo que mejor saben: innovar, trabajar y construir comunidad. Si seguimos por este camino de estatismo, vamos a seguir viendo estancamiento económico y una sociedad menos libre. Hay que devolverle el poder a la gente, no concentrarlo en unas pocas manos en el gobierno.

Eje Global: La seguridad pública es una de las mayores preocupaciones de los ciudadanos. ¿Qué estrategias considera fundamentales para garantizar la seguridad en la Ciudad de México y en el país?

América Rangel: La seguridad pública es un desastre porque el gobierno ha preferido abrazar a los delincuentes en lugar de enfrentarlos. Los habitantes de la Ciudad de México y del país están hartos de vivir con miedo, y eso no lo vamos a resolver tratando bien a los criminales. Debemos cambiar el esquema por completo y establecer una política de mano dura y cero tolerancia. Hay que endurecer las leyes y garantizar que quien la haga la pague, sin excusas ni amnistías; la justicia debe ser firme, no negociable.

Eje Global: En términos de derechos y libertades individuales, ¿cuáles considera que son los principales retrocesos y avances que han ocurrido en México en los últimos años?

América Rangel: En los últimos años, hemos visto más retrocesos que avances en derechos y libertades individuales en México. El principal retroceso es el avance del gobierno sobre la vida de las personas: con más control, más regulaciones y más programas sociales. La libertad económica se ha debilitado con tanta intervención estatal, y eso afecta desde el pequeño comerciante hasta las grandes empresas. Además, la seguridad, que es la base de cualquier derecho, está por los suelos; sin tranquilidad en las calles, no hay libertad real.

Otro retroceso grave es el ataque a instituciones que equilibran el poder, como la captura del Poder Judicial, con lo que se ha eliminado por completo la división de poderes y a la democracia misma.

Yo creo que las verdaderas libertades se defienden con un gobierno que no se entrometa en tu vida, que te deje trabajar, creer y hablar sin miedo. Hoy, entre el estatismo y la inseguridad, estamos más lejos de eso que hace años. Debemos devolverle al individuo el poder que la izquierda le ha quitado.

Eje Global: El panorama político en México está en constante evolución. ¿Cómo ve el papel de la oposición en los próximos años y qué estrategias considera necesarias para fortalecer la democracia en el país?

América Rangel: El panorama político en México está en un momento crítico. La oposición tiene que ser más que un eco de resistencia; debe convertirse en una alternativa real frente a un gobierno de izquierda que ha concentrado poder y debilitado instituciones. En los próximos años, nuestro papel es ser la voz de los millones que están hartos de promesas vacías, de un Estado que se mete en todo y de una democracia que se tambalea por la falta de equilibrio. Veo a la oposición como el dique que evite que México caiga en el autoritarismo que ya asoma.

Para fortalecer la democracia, necesitamos tres estrategias clave. Primero, unir fuerzas entre partidos y ciudadanos, dejando atrás egos y construyendo una agenda común que defienda la vida, la libertad, la familia y la propiedad privada. Segundo, recuperar la confianza de la gente con propuestas claras y resultados tangibles, no solo críticas; por ejemplo, mostrando cómo el libre mercado y un gobierno limitado pueden sacar a millones de la pobreza. Tercero, pelear por instituciones fuertes e independientes —un INE intocable, un Poder Judicial que no se doblegue—, porque sin ellas no hay democracia que valga. El gobierno actual ha querido aplastar a la oposición, pero nuestro trabajo es demostrar que somos la opción para un México donde el poder esté en los ciudadanos, no en un solo partido o en un solo hombre.

Eje Global: Finalmente, en un contexto global de cambios políticos y económicos, ¿cómo debería posicionarse México para garantizar estabilidad y crecimiento en el futuro?

América Rangel: En un mundo que se mueve rápido con cambios políticos y económicos, México tiene que apostar por lo que funciona: ser un país abierto, competitivo y confiable. Para garantizar estabilidad y crecimiento, necesitamos posicionarnos como un imán para la inversión, no como un lugar donde el gobierno espanta a los empresarios. Eso significa menos estatismo y más libertad económica: bajar impuestos, simplificar trámites y firmar acuerdos comerciales que nos conecten con los mercados globales, como ya hicimos con el T-MEC.

Además, hay que fortalecer el estado de derecho; sin seguridad y justicia, no hay inversionista que se arriesgue ni ciudadano que prospere. En lo global, debemos ser un puente entre Norteamérica y el resto del mundo, aprovechando nuestra posición estratégica, pero eso no se logra con discursos nacionalistas vacíos, sino con reglas claras y un gobierno que se limite a lo esencial: proteger, no entorpecer. Si seguimos por el camino actual de espantar inversiones, apostar al populismo y gastar en elefantes blancos, nos vamos a quedar muy rezagados mientras el mundo avanza.

Agradecemos a la diputada América Rangel por su tiempo y por compartir su visión con los lectores de Eje Global.

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