La gestión de los negocios

Abrir un negocio propio exige mucho más que buenas ideas; administrar una empresa de manera eficiente es un aspecto que merece la atención de los emprendedores que desean aventurarse en el mercado. Gestionar una empresa no es tarea de aficionados; requiere análisis, control, planificación, perspicacia y mucho esfuerzo. Tener una empresa en las manos significa tener una visión holística del negocio, lo que, sin duda, diferencia a un empresario de un simple aventurero.

El emprendedor generalmente tiene una buena idea de negocio antes de comenzar su carrera como empresario y, en la mayoría de los casos, dedica toda su energía física, intelectual y financiera para poner en marcha su emprendimiento. Los detalles de esta aventura son diversos, y existen riesgos inherentes a cada negocio que, muchas veces, no son valorados ni mucho menos medidos anticipadamente por los empresarios. Por lo tanto, un plan de negocios que incluya una planificación a corto y largo plazo puede minimizar esos riesgos y permitir una estimación más eficiente de los recursos financieros necesarios antes de embarcarse en esta aventura.

Ser emprendedor es crear e innovar, es tener libertad de expresión en el mercado y marcar la diferencia en términos de productos y servicios con un toque propio. El éxito de cada negocio dependerá de su aceptación por parte del público consumidor, lo que generará crecimiento e ingresos. Cada tipo de emprendimiento exige recursos financieros iniciales fundamentales para sostenerlo durante un tiempo determinado, según el segmento empresarial, hasta alcanzar un crecimiento sostenible, es decir, cuando ya no se necesite invertir dinero adicional en la empresa. De lo contrario, la apertura del negocio ya tendrá los días contados.

Sin recursos financieros en el capital de trabajo de la empresa, se hace difícil pagar las cuentas a corto plazo; sin volumen de ventas, no se alcanza el punto de equilibrio; sin producto, no hay inventario; y sin proveedor, no hay producto. El ciclo empresarial es un engranaje que necesita funcionar de manera eficiente para la obtención de ganancias.

Abrir un negocio requiere posicionarse en el mercado, tener un buen plan de negocios y una planificación minuciosa para evaluar la situación del sector en el que se desea emprender, lo cual servirá de base para la toma de decisiones gerenciales. Mucho antes de la apertura de la empresa, toda la información financiera y diversos indicadores de control gerencial serán primordiales para minimizar los riesgos involucrados en la operación. El dueño de un negocio propio no necesita necesariamente formación en administración de empresas para emprender, pero sí debe poseer conocimientos básicos sobre control gerencial (flujo de caja, cuentas por pagar, cuentas por cobrar, compras, control de inventario, medición de costos y gastos fijos y variables, así como la elaboración de presupuestos). Además, capacitarse en áreas estratégicas como finanzas, marketing, logística y recursos humanos será fundamental para alcanzar el éxito.

Muchas empresas en funcionamiento carecen de datos financieros y de control gerencial porque sus dueños no optimizan su tiempo de trabajo diario y no cuantifican los datos relevantes para la toma de decisiones. Si no se catalogan correctamente todas las informaciones gerenciales de la empresa, los números se pierden en la operación diaria y, al final del mes, es imposible hacer una evaluación precisa del desempeño del negocio.

Cada empresa posee características propias y costos operativos específicos. El flujo de dinero del ciclo operativo debe obligatoriamente cubrir los gastos de operación y generar una ganancia anual para garantizar la supervivencia en el mercado. Mantener una empresa a flote implica dirigirla de acuerdo con la demanda de su público, innovar, adaptarse a los cambios y optimizar la eficiencia en la gestión.

La tecnología utilizada en una empresa puede definir el ciclo de vida de un producto o servicio. Una nueva forma de atender a los clientes u ofrecer un producto con mejor calidad puede ganar el mercado, dejando obsoletas las antiguas maneras de operar. Por ello, cada empresa debe generar valor para su crecimiento sostenible, reinventándose constantemente.

La constante evolución tecnológica crea nuevas oportunidades y mercados para todos los emprendedores, pero el amateurismo tiene cada vez menos espacio. Buscar conocimiento y prepararse antes de ingresar al mercado puede marcar la diferencia en el éxito empresarial. Cada negocio tiene su propia naturaleza y cada empresario, su forma de operar. Así, cada nuevo producto posee un consumidor diferente y distintos métodos de comercialización que desarrollan nuevos mercados, productos y servicios.

Atrévete, querido lector, a ser dueño de tu propia empresa, pero ten siempre presente que esta aventura puede resultar costosa si no está debidamente planificada y calculada. Anticipar los recursos financieros necesarios para la apertura y el mantenimiento inicial de la empresa, conocer las tendencias del mercado, identificar nuevas oportunidades de productos y servicios, y analizar toda la información relevante del negocio pueden marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso empresarial.

Un buen plan de negocios podrá responder anticipadamente a cuestiones clave del emprendimiento, como la ubicación ideal, las políticas de precios, el público objetivo, los competidores y los proveedores. Conocer todas estas variables del mercado permitirá alinear la estrategia empresarial y definir las mejores formas de operar. En el mercado hay espacio para todos, ya sea innovando, ofreciendo mayor calidad en productos o servicios, trabajando con mayor eficiencia o simplemente cubriendo un nicho desatendido por la competencia. Uno de los aspectos más importantes para cualquier empresa es contar con una demanda efectiva suficiente para generar ganancias y, a largo plazo, demostrar un crecimiento sostenible que genere valor empresarial.

Todo empresario debe conocer los indicadores de control y desempeño que le permitan gestionar su negocio de manera eficiente. Son pequeños detalles en la operación empresarial que hacen una gran diferencia en la rentabilidad y la continuidad de un emprendimiento. Tener un control gerencial adecuado es como realizar una autoevaluación periódica para conocer el estado del negocio y corregir errores antes de que se conviertan en problemas graves.

Por lo tanto, toda persona que aspire a ser empresario debe tener nociones básicas de gestión, familiarizarse con el mercado y comprender los riesgos involucrados en la apertura y el mantenimiento de un negocio, ya que estos factores serán determinantes en su éxito o fracaso.

Eje Global
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Doctorado en Economía por la Universidad de Salamanca (España), maestría en Administración de Negocios por la Universidad de Santa Maria (Brasil) y Licenciado en Administración por la Universidad de Cruz Alta (Brasil). Es profesor de ciencias económicas, finanzas y gestión de negocios en varios institutos de educación superior en Brasil. Es director de la firma Kruel Consultoria LTDA, con amplia experiencia en proyectos financieros y de desarrollo sectorial.