El liderazgo femenino en la política económica internacional sigue siendo un terreno poco explorado. Sin embargo, la reciente intervención de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, en las negociaciones con Estados Unidos para pausar los aranceles es un claro ejemplo de cómo las mujeres en el poder pueden redefinir las reglas del juego en un ámbito tradicionalmente dominado por hombres. Esta decisión no solo tiene implicaciones macroeconómicas, sino que también impacta directamente a millones de mujeres mexicanas, especialmente aquellas que dependen del comercio y la industria para su sustento.
Desde que Claudia Sheinbaum asumió la presidencia, su administración ha estado marcada por una combinación de pragmatismo económico y compromiso social. Enfrentar la imposición de aranceles por parte de Estados Unidos requería una estrategia que equilibrara la estabilidad del comercio exterior con la protección de sectores clave para la economía mexicana. La negociación y eventual pausa de los aranceles es una muestra de su capacidad para manejar relaciones diplomáticas en un entorno global complejo.
La relevancia de esta decisión se entiende mejor si analizamos su impacto en sectores productivos con una alta participación de mujeres, como la industria manufacturera, la agricultura y el comercio minorista. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), las mujeres representan una parte significativa de la fuerza laboral en estos sectores, lo que significa que cualquier alteración en las condiciones comerciales internacionales afecta directamente sus empleos e ingresos.
Pero, ¿cómo beneficia esta medida a las mujeres mexicanas?
En primer lugar, protege el empleo femenino. La imposición de aranceles habría encarecido las exportaciones mexicanas, reduciendo la competitividad de industrias clave. Esto podría haber resultado en despidos masivos, afectando particularmente a las mujeres que trabajan en maquiladoras, fábricas de textiles y el sector agrícola.
En segundo lugar, garantiza estabilidad en el comercio y el consumo. Muchas mujeres mexicanas son propietarias de pequeños negocios o trabajan en el comercio minorista. Un aumento en los costos de importación de insumos y productos básicos debido a los aranceles habría impactado los precios al consumidor, reduciendo la capacidad de compra de millones de familias mexicanas, muchas de las cuales son sostenidas por mujeres.
Sin duda, esta medida marca un precedente para el liderazgo económico femenino. La capacidad de Sheinbaum para manejar esta crisis económica refuerza la idea de que las mujeres en el poder pueden liderar con éxito estrategias de negociación internacional, desafiando los estereotipos de género que históricamente han excluido a las mujeres de la política económica.
El hecho de que la primera mujer presidenta de México haya encabezado esta negociación envía un mensaje claro sobre el papel de las mujeres en la economía global. Durante décadas, la política comercial ha sido dominada por hombres, con pocas figuras femeninas tomando decisiones de gran impacto en el comercio internacional. La intervención de Sheinbaum en este proceso no solo tiene un efecto inmediato en la economía mexicana, sino que también abre la puerta para que más mujeres participen en la política económica y comercial a nivel internacional.
Además, esta decisión demuestra que el liderazgo femenino no se limita a temas tradicionalmente asociados con las mujeres, como la educación o la salud. La pausa de los aranceles es una prueba de que las mujeres pueden desempeñar un papel clave en la resolución de conflictos económicos globales y en la protección del bienestar de millones de personas.
El liderazgo de Claudia Sheinbaum en la negociación para pausar los aranceles de Estados Unidos marca un hito en la historia política y económica de México. Más allá de los beneficios inmediatos para la estabilidad comercial del país, esta medida tiene un impacto directo en la vida de millones de mujeres mexicanas que dependen del comercio y la industria para su sustento. Asimismo, su intervención refuerza la importancia del liderazgo femenino en la política económica global, demostrando que las mujeres en el poder pueden tomar decisiones estratégicas que benefician a toda la población.
El desafío ahora es aprovechar este momento para seguir impulsando políticas económicas con perspectiva de género, asegurando que las mujeres no solo sean beneficiarias de estas decisiones, sino que también ocupen más espacios en la toma de decisiones económicas a nivel nacional e internacional.
Abogada y maestra en Políticas Públicas por la Universidad de Guadalajara. Especializada en temas de género, prevención de las violencias, derechos humanos y políticas públicas, así como en la agenda de las juventudes.