América Latina cambió de dueños: el poder presidencial pasó a manos de partidos nuevos

Eje Global

En apenas cuatro años, partidos casi desconocidos pasaron de no existir a gobernar buena parte de América Latina. El recambio partidario ya no es una excepción: es el nuevo orden político de la región.

En la política latinoamericana ocurrió un desplazamiento tan decisivo como silencioso: las presidencias dejaron de estar en manos de los partidos tradicionales. Desde 2021, casi todos los mandatarios electos han llegado al poder a través de organizaciones con diez años o menos de existencia formal, un giro que revela la erosión estructural de las viejas maquinarias partidarias y la creciente volatilidad del mapa político regional.

El análisis de dieciséis elecciones presidenciales entre 2021 y 2025 muestra una tendencia contundente: trece de ellas fueron ganadas por fuerzas políticas con diez años de existencia o menos al momento de la elección. Si se incorpora el caso venezolano bajo la interpretación normativa adoptada por diversos gobiernos y organismos internacionales —que señalan a Edmundo González Urrutia como vencedor legítimo—, la cifra asciende a catorce. Y si se toma en cuenta el escenario aún pendiente en Chile, donde José Antonio Kast compite como favorito en la segunda vuelta, el número alcanzaría quince de dieciséis. Más allá del conteo exacto, la conclusión es clara: el poder presidencial en América Latina está migrando hacia partidos nuevos.

Este fenómeno no responde a una moda ideológica ni a un ciclo uniforme. Es la expresión de un agotamiento prolongado, donde el electorado dejó de ver en los partidos tradicionales una representación eficaz, confiable o cercana. La fatiga democrática, sumada al fuerte ciclo anti-incumbente post-pandemia, abrió espacio para organizaciones recientes, flexibles y altamente personalizadas, capaces de canalizar el malestar social y ofrecer un relato de ruptura.

Sobre el criterio utilizado

Para asegurar comparabilidad entre países, la edad de cada partido se calculó a partir de su registro legal como partido nacional, es decir, el momento en que adquiere capacidad formal para competir por la presidencia. Este criterio evita confusiones en casos como el de Perú Libre, que nació como movimiento regional antes de obtener inscripción nacional en 2016. En Venezuela 2024 se incluye un asterisco porque, aunque el gobierno declaró una reelección, las actas, los cómputos paralelos y los posicionamientos oficiales de la mayoría de gobiernos y organismos internacionales reconocen a Edmundo González Urrutia como el ganador legítimo. En Chile 2025, el asterisco responde a que el escenario presentado se basa en proyecciones recientes, dado que la elección aún no concluye.

La edad se calculó en el año de la elección presidencial de cada caso, con el fin de reflejar el nivel de consolidación partidaria al momento de conquistar el poder.


Dieciséis elecciones y un patrón dominante

A continuación se presenta la tabla consolidada. La edad se calcula a partir del año de registro nacional del partido y el año específico de la elección presidencial correspondiente.

AñoPaísPresidente (o candidato)Partido / CoaliciónFundación / Registro
2021EcuadorGuillermo LassoCREO2011
2021PerúPedro CastilloPerú Libre2016 (registro nacional)
2021HondurasXiomara CastroLIBRE2011
2021ChileGabriel BoricConvergencia Social2018
2022Costa RicaRodrigo ChavesProgreso Social Democrático2018
2022ColombiaGustavo PetroPacto Histórico / Colombia Humana2021 / 2018
2023ParaguaySantiago PeñaPartido Colorado1887
2023GuatemalaBernardo ArévaloSemilla2018
2023EcuadorDaniel NoboaADN2021
2023ArgentinaJavier MileiLa Libertad Avanza2021
2024El SalvadorNayib BukeleNuevas Ideas2017–2018
2024PanamáJosé Raúl MulinoRealizando Metas2021
2024Rep. DominicanaLuis AbinaderPRM2014
2024MéxicoClaudia SheinbaumMorena2014
2024Venezuela*Edmundo González UrrutiaPlataforma Unitaria Democrática2021
2025Chile**José Antonio Kast (escenario probable)Partido Republicano2019

*Resultado oficial no reconocido por diversos gobiernos y organismos internacionales.

**Elección (segunda vuelta) pendiente al momento del análisis.

Fuentes: Elaboración propia con datos de Reuters, AS/COA, Statista y organismos electorales nacionales.


El trasfondo del viraje: causas y desafíos de la nueva política partidaria

La pandemia aceleró tendencias ya presentes: desgaste institucional, crisis económicas sucesivas, escándalos de corrupción y una ciudadanía mucho más dispuesta a castigar a los oficialismos. La reducción de los costos de entrada al mercado político mediante campañas digitales, microsegmentación y comunicación directa permitió que partidos con poca estructura territorial se volvieran competitivos en tiempo récord. A ello se suma la erosión de las identidades partidarias clásicas: en muchos países, votar por partidos centenarios dejó de asociarse a estabilidad y pasó a interpretarse como continuidad indeseada. En este nuevo escenario, la juventud organizativa se asocia —con razón o sin ella— a renovación, disrupción o eficacia.

La llegada de presidentes a través de organizaciones recientes también modifica la forma de gobernar. Partidos jóvenes suelen carecer de cuadros profesionales, estructura territorial y mecanismos internos de control, lo que incrementa el peso del liderazgo presidencial y puede tensionar el equilibrio entre poderes. Al mismo tiempo, abren espacios para renovar élites, acelerar ciclos de recambio y corregir inercias institucionales. La región se mueve, así, entre la promesa de renovación y el riesgo de fragilidad institucional.

En cualquier caso, el cambio es evidente. América Latina está siendo gobernada mayoritariamente por partidos que hace muy poco no existían. Algunos nacieron como plataformas personalistas, otros como escisiones de partidos tradicionales y otros como movimientos ciudadanos que lograron profesionalizarse en tiempo récord. Todos comparten un atributo: capitalizan la fatiga social con las élites políticas de siempre, en un momento en que la novedad partidaria dejó de ser una anomalía y se convirtió en la regla del juego. Mientras esta lógica domine, la región seguirá experimentando ciclos acelerados de cambio político en un escenario donde las instituciones tradicionales deberán adaptarse a un ecosistema más competitivo, volátil y fragmentado que en cualquier otra etapa reciente.

Eje Global
Director General at  | ceo@eje-global.com | Website |  + posts

Consultor y analista data-driven. Egresado de la licenciatura en Ciencias Políticas por la Universidad de Los Andes (Venezuela), del Máster en Gestión Pública de la Universidad Complutense de Madrid (España) y de la Maestría en Política y Gestión Pública del ITESO (México). Fue Director Editorial de la revista Capital Político. Actualmente es Director General de la agencia Politics & Government Consulting y CEO de la revista Eje Global en la ciudad de Miami, Estados Unidos de América.

' . esc_html($ciudad . ', ' . $fecha) . '
'; } add_shortcode('fecha_miami', 'eje_global_miami_fecha'); ?>