La lectura y gestión cultural

La lectura no es solo una prioridad educativa, también una estrategia cultural integral que fortalece la identidad y el desarrollo social.

Por Lizamavel Collado

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La gestión cultural desempeña un papel determinante en el desarrollo económico, social y educativo de América Latina, una región rica en diversidad lingüística, histórica y cultural. En ese contexto, la promoción de la lectura se erige como un eje fundamental para fomentar el pensamiento crítico, generar sociedades más inclusivas y preservar las tradiciones, conatituyéndose en una herramienta de transformación social.

En la región esta actividad ha evolucionado como una disciplina que entrelaza la producción artística con la administración estratégica de los recursos humanos, logísticos y financieros. Más que ser un proceso organizativo, actúa como un puente que democratiza el acceso a servicios y bienes culturales.

En los países con marcadas desigualdades sociales, ha demostrado ser un medio muy poderoso para combatir la pobreza. Proyectos como las bibliotecas itinerantes en Colombia -especialmente la red de bibliotecas públicas de Medellín- o el Programa de Inclusión Cultural en Brasil, son dos exitosos ejemplos de cómo el acceso a la cultura y la promoción de la lectura pueden reducir las brechas educativas.

Promover la lectura no solo fomenta el aprendizaje, también fortalece el tejido social y la identidad cultural. No obstante, la falta de políticas públicas sostenibles, el acceso desigual a los recursos educativos y la baja inversión en infraestructura cultural son desafíos aun persistentes en la región. 

De acuerdo con los datos de la UNESCO, América Latina tiene una tasa de lectura baja respecto de otras regiones. Esta situación es preocupante, particularmente en comunidades marginales y rurales, donde la lectura puede ser una herramienta para ofrecer nuevas oportunidades a los ciudadanos. 

En República Dominicana, gracias a las iniciativas privadas y gubernamentales, la gestión cultural ha experimentado un crecimiento significativo y la promoción de la lectura ha sido uno de los pilares en este proceso.

La Feria Internacional del Libro de Santo Domingo (FILSD) es uno de los eventos más importantes de la región, un encuentro anual que reúne a editores, lectores y autores de diversas partes del mundo, promoviendo la lectura como como el vehículo esencial para la integración cultural y el conocimiento. Además, fomenta el acceso a los libros a precios asequibles y, por supuesto, la interacción directa con escritores de renombre.

En nuestro país existen iniciativas como las realizadas por el Centro Cultural Eduardo León Jiménez (Centro León) y la Fundación Taller Público Silvano Lora, que llevan programas de lectura y formación artística a comunidades marginadas, fomentando el desarrollo comunitario.

La Biblioteca Infantil y Juvenil República Dominicana también es un espacio ejemplar que combina la promoción de la lectura con actividades culturales interactivas. Su misión es despertar el interés por los libros en jóvenes y niños, incentivando el aprendizaje y la creatividad desde edades muy tempranas. 

La lectura como motor de transformación social

En nuestro país, la promoción de la lectura no solo enfrenta el desafío al acceso, también la necesidad de generar interés en un entorno donde la tecnología y las redes sociales dominan el tiempo de ocio. No obstante, el éxito en programas como leer es primero -una iniciativa del Ministerio de Cultura-, demuestra que las estrategias sostenibles pueden transformar esta realidad.

Autores como Mario Vargas Llosa (La Civilización del Espectáculo) o Irene Vallejo (El Infinito en un Junco) han argumentado, con sobradas razones, que la lectura trasciende el ámbito personal para convertirse en un acto cultural y político. 

En el ámbito local, iniciativas como el Festival Internacional de la Poesía y los programas de bibliotecas móviles han contribuido significativamente en el proceso de alfabetización funcional de las zonas rurales, desempeñándose también como mediadores culturales.

A pesar de los avances, los desafíos persisten. De acuerdo con el informe más reciente -disponible en su portal web- del Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe (CERLALC), el 40% de la población latinoamericana enfrenta dificultades para acceder a material de lectura a causa de barreras geográficas y económicas. En República Dominicana, aunque el acceso a las bibliotecas ha mejorado enormemente, las estadísticas revelan que menos del 25% de los estudiantes de nivel primario alcanzan niveles óptimos de comprensión lectora, según el Banco Mundial.

Este contexto no solo subraya la necesidad de una gestión cultural más activa e inclusiva, sino también programas educativos que formen lectores críticos, levanten infraestructuras, integren iberbibliotecas (Programa de Cooperación Iberoamericana del Espacio Cultural), que se destaquen como ejemplos de innovación y compromiso.

La gestión cultural tiene el potencial de transformar las sociedades a través de la promoción de la lectura. La experiencia dominicana revela que las alianzas entre los sectores privado y público han demostrado ser un modelo eficaz para superar los retos. La inclusión de las tecnologías en la enseñanza y digitalización de bibliotecas podría expandir el acceso y aumentar los índices de lectura.  

Lizamavel Collado
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Gestora empresarial y política, postgrado en Presupuesto Público, maestría en Liderazgo para la Gestión Pública por Barna Management School y George Washington University.