
En un auditorio repleto del Hotel Pierre de Manhattan, el presidente argentino Javier Milei pronunció su discurso más orientado al mundo corporativo desde que asumió el poder. Invitado por el Council of the Americas, presentó ante una audiencia de inversionistas, banqueros y directivos de grandes multinacionales lo que definió como “la mayor oportunidad de inversión en décadas” para su país.
Acompañado por el ministro de Economía, Luis Caputo, y por su hermana y secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, el mandatario viajó a Nueva York apenas 48 horas después de recibir en Buenos Aires al nuevo embajador estadounidense, Peter Lamelas. La gira fue diseñada para consolidar un doble mensaje: el alineamiento con el futuro gobierno de Donald Trump y la apertura de Argentina a los mercados internacionales tras la aprobación de sus reformas estructurales.
El discurso de Milei se apoyó en tres pilares: modernización laboral, alivio fiscal y estabilidad para grandes inversiones. “Ya no hay más indemnizaciones abusivas ni juicios laborales que espanten a cualquier inversor”, afirmó, destacando que los costos de despido se redujeron un 70 % en los primeros nueve meses de aplicación de la reforma. En materia tributaria, recordó la eliminación de once impuestos considerados distorsivos y la reducción del impuesto a las utilidades empresariales al 25 % a partir de 2026. “No queremos más que el Estado sea socio mayoritario de ninguna empresa”, afirmó ante un auditorio que aplaudió al escuchar la agilización del reembolso del IVA a exportadores.
El Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) fue presentado como la pieza central del nuevo modelo económico. Este esquema otorga treinta años de estabilidad fiscal, aduanera y cambiaria para proyectos de más de 200 millones de dólares. Según Caputo, ya existen 348 proyectos preaprobados por más de 48.000 millones de dólares, concentrados en minería de litio y cobre, energía (especialmente Vaca Muerta) e infraestructura portuaria.
La reacción de los mercados fue inmediata. Los bonos soberanos argentinos subieron hasta 3,8 % y el riesgo país cayó por debajo de los 650 puntos básicos, su nivel más bajo desde 2021. Fuentes del JPMorgan confirmaron a Eje Global que recomendarán aumentar la participación de deuda argentina en sus carteras de mercados emergentes a partir del primer trimestre de 2026. En paralelo, Caputo sostuvo reuniones privadas con ejecutivos de BlackRock, Goldman Sachs y el fondo soberano de Noruega, a quienes habría adelantado que el Banco Central planea recomprar entre 3.000 y 5.000 millones de dólares en bonos internacionales antes de fin de año, utilizando recursos provenientes del FMI y del sector agroexportador.
El tema político también estuvo presente. Consultado sobre el impacto del retorno de Donald Trump a la Casa Blanca, Milei fue contundente: “Cambia todo. Tenemos un aliado que entiende que el libre mercado y la libertad individual son la única vía para sacar a un país de la pobreza”. Añadió que Argentina buscará un acuerdo bilateral de libre comercio “lo antes posible”.
El cierre del acto estuvo a cargo de Karina Milei, quien sorprendió al afirmar: “Mi hermano no vino a pedir dinero prestado. Vino a ofrecer una oportunidad histórica de ganar dinero juntos”. El auditorio estalló en aplausos, sellando el tono de una jornada que buscó reposicionar la marca Argentina en el mapa financiero internacional.
El avión presidencial despegó de Nueva Jersey rumbo a Buenos Aires en la madrugada del viernes. En la agenda oficial figura una reunión el 20 de noviembre con cuarenta altos ejecutivos que ya confirmaron viajes exploratorios al país durante enero y febrero, entre ellos representantes de ExxonMobil, Glencore y Albemarle, con proyectos de inversión en el litio del norte argentino.
Mientras tanto, el Gobierno impulsa en el Congreso una ley de liberalización del mercado de capitales que permitirá a las empresas extranjeras cotizar directamente en la Bolsa de Buenos Aires sin pasar por trámites regulatorios locales. “Queremos que Argentina vuelva a ser el destino número uno de inversión en América Latina”, aseguró Milei antes de abordar el avión.
En un país que vivió más de una década bajo controles cambiarios y sucesivos incumplimientos de deuda, el mensaje lanzado desde Nueva York suena casi revolucionario. Argentina no busca auxilio financiero. Argentina ofrece oportunidades. Y, por primera vez en mucho tiempo, Wall Street parece dispuesto a escuchar.



