De Twitter a X: La diplomacia tuitera en el ring político donde los mandatarios desatan guerras verbales

El universo digital cambió radicalmente cuando Twitter, la plataforma de los 280 caracteres, pasó a llamarse X bajo la dirección de Elon Musk. Sin embargo, su esencia sigue intacta: un espacio donde políticos de todo el mundo desatan guerras verbales, difunden desinformación, insultan a sus seguidores y, en ocasiones, incluso comprometen la seguridad nacional con un simple tuit.

Uno de los episodios más recientes de diplomacia tuitera tuvo como protagonistas a Gustavo Petro y Donald Trump. El expresidente estadounidense, conocido por su afición a lanzar mensajes incendiarios en redes sociales, escribió en su cuenta:

“Colombia está en peligro bajo la administración de Petro, un socialista radical que está destruyendo el país.”(@realDonaldTrump)

El presidente colombiano no tardó en responder:

“Trump habla de socialismo mientras él intentó un golpe de Estado. Aquí se construye democracia, no se destruye.”(@petrogustavo)

El intercambio de mensajes escaló rápidamente y desató una oleada de reacciones en ambos países. No es la primera vez que Trump utiliza X (antes Twitter) para atacar a otros mandatarios. En 2018, llamó “pequeño hombre cohete” a Kim Jong-un y amenazó con “destruir completamente” a Corea del Norte.

Javier Milei, actual presidente de Argentina, ha convertido X en su plataforma favorita para comunicarse con sus seguidores, insultar a sus críticos y hasta promocionar esquemas dudosos. En febrero de 2025, Milei promovió en su cuenta de X la criptomoneda $LIBRA, describiéndola como un “proyecto privado para incentivar el crecimiento de la economía argentina”. Este respaldo presidencial generó una reacción inmediata en el mercado de criptomonedas: el valor de $LIBRA se disparó en cuestión de horas. Sin embargo, poco después, el valor de la criptomoneda se desplomó, llevando a acusaciones de una estafa tipo “rug-pull”.

A pesar de que el gobierno de Milei sostiene que él fue engañado, el incidente ha disminuido su credibilidad. Encuestas muestran un aumento en la percepción negativa del presidente, complicando su objetivo de consolidar apoyos en el Congreso. Mientras la oposición de izquierda intenta capitalizar este escándalo, el incidente ha llevado a cuestionamientos sobre la autenticidad de Milei como un “anti-político”.

El presidente argentino ya ha protagonizado múltiples escándalos en X, llamando “zurditos de mierda” a sus opositores y descalificando a periodistas con insultos personales.

X ha sido testigo de otros episodios inolvidables protagonizados por líderes mundiales:

Donald Trump y la insurrección del 6 de enero: Trump utilizó su cuenta para avivar las protestas que terminaron en el asalto al Capitolio. Su tuit más controversial de ese día fue:

“Mike Pence no tuvo el coraje de hacer lo que debía haber hecho para proteger nuestro país y nuestra Constitución.”(@realDonaldTrump)

Poco después, su cuenta fue suspendida permanentemente por incitación a la violencia.

Volodymyr Zelensky y la guerra en Ucrania: El presidente ucraniano ha utilizado X como una herramienta clave para movilizar apoyo internacional. Uno de sus tuits más poderosos fue:

“Rusia nos ataca. Europa debe reaccionar ahora. No hay tiempo para la indecisión.” (@ZelenskyyUa)

Su comunicación efectiva en redes ha sido clave para obtener apoyo militar y financiero de Occidente.

Bolsonaro y la desinformación sobre el COVID-19: Durante la pandemia, el expresidente brasileño Jair Bolsonaro utilizó X para difundir información falsa sobre el virus. En un tuit ya eliminado, afirmó:

“El COVID es una gripecita. No hay que alarmarse, la cloroquina lo cura.” (@jairbolsonaro)

La desinformación promovida por Bolsonaro llevó a miles de muertes evitables en Brasil.

Elon Musk adquirió Twitter en 2022 por 44 mil millones de dólares, una decisión que sorprendió a muchos. Pero, ¿por qué Twitter y no otras plataformas como Meta o TikTok? Hay varias razones clave:

Influencia política y mediática: Twitter es la red social preferida de políticos, periodistas y figuras de poder. Su impacto en la conversación pública es mayor que el de Facebook o Instagram, donde el contenido es más visual y menos orientado a debates políticos.

Control sobre la libertad de expresión: Musk ha sido un defensor de la “libertad de expresión absoluta” y veía a Twitter como una plataforma donde podía influir en las reglas del discurso digital sin las restricciones de Meta o TikTok.

Menos regulación que TikTok: TikTok, propiedad de la china ByteDance, enfrenta regulaciones crecientes en Estados Unidos y Europa por temas de privacidad y seguridad nacional. Twitter, en cambio, ofrecía un terreno más estable en cuanto a regulación.

Oportunidad de negocio: Aunque Twitter no era la red más rentable, Musk vio en ella una oportunidad de monetización y transformación, convirtiéndola en X, con la intención de expandirla hacia una “app para todo” similar a WeChat en China.

Desde su creación, Twitter ha sido un arma de doble filo para los líderes políticos. Mientras algunos la han usado para promover políticas y conectar con los ciudadanos, otros la han convertido en un escenario de insultos, desinformación y escándalos. La llegada de Elon Musk y la transformación en X han intensificado esta dinámica, permitiendo mayor libertad de expresión pero también facilitando la difusión de fake news y discursos de odio.

En este contexto, cabe preguntarse: ¿seguirá X siendo un canal influyente en la política global o se convertirá en una mera plataforma de caos y ataques personales? Lo cierto es que, mientras los líderes mundiales sigan tuiteando, el mundo seguirá observando, un tuit a la vez.

Eje Global
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Licenciada en Ciencias de la Comunicación y MSc. en Marketing Político, es columnista especializada en temas de comunicación política y analista en este ámbito. Su experiencia incluye consultoría en transparencia electoral y participación como observadora internacional en procesos comiciales. Además, es socia de ACEIPOL, un espacio comprometido con la profesionalización de la política, desde donde impulsa estrategias innovadoras y análisis profundos sobre el panorama político contemporáneo.