Elecciones intermedias en Venezuela

Eje Global

Han pasado —al momento de escribir este artículo— seis días de las elecciones regionales y parlamentarias en Venezuela. Y es menester hacer una rápida radiografía de lo sucedido y del panorama actual venezolano.

Iniciemos afirmando que la abstención fue abrumadora: millones de venezolanos decidieron no acudir a votar en el proceso convocado por el Consejo Nacional Electoral (CNE), y esa decisión en sí misma tiene varias aristas que vamos a enumerar a continuación.

  1. La abstención electoral históricamente ha sido alta en Venezuela durante procesos de carácter regional. Por tradición, los venezolanos prefieren votar por el Presidente de la República y no para elegir gobernadores de estado ni alcaldes de municipio (esta elección no aplicó el pasado 25 de mayo), y mucho menos para cargos parlamentarios, excepto las elecciones a la Asamblea Nacional de 2015 (la excepción que confirma la regla, decían en mi pueblo).
  2. La líder opositora María Corina Machado llamó a la no participación en esta elección, lo que redundaría en una victoria nominal para su causa política.
  3. En Venezuela, el voto no es obligatorio, sino un derecho que se ejerce o no; es decir, la abstención ni es ilegítima ni invalida una elección, pues quien salió a votar eligió legalmente a las autoridades.Esta es la realidad jurídica venezolana. Entonces, el oficialismo, a pesar de la abstención, logró ganar 23 de 24 gobernaciones de forma legal y legítima.
  4. La parte de la oposición que sí decidió participar y presentar candidaturas no logró movilizar al voto opositor en Venezuela, recibiendo entonces una dura derrota.

Ahora bien, hablando sobre la oposición en sí: ¿cómo quedó luego del 25 de mayo? Las fuerzas no alineadas con María Corina Machado recibieron un gran revés político-electoral, capitalizando —entre todas— un poco más del 10 % de los votos de la población que acudió a votar en la jornada electoral.

En cambio, María Corina Machado se alzó con una victoria moral, la cual pretende capitalizar reafirmándose como la gran movilizadora —o desmovilizadora— de la sociedad venezolana.

Pero ¿cuál es el panorama después de una elección cargada de abstención y con un resultado que prácticamente pintó el mapa venezolano de rojo? Bueno, el oficialismo se apodera de los pocos espacios regionales que estaban en manos de la oposición, la cual solo mantuvo una gobernación.

El oficialismo aumentó su número de diputados en la Asamblea Nacional y ejerce control sobre la mayoría de los consejos legislativos regionales. Es decir, la oposición queda prácticamente anulada en las instituciones del Estado.

María Corina Machado, sin duda, está sólida como la única dirigente que tiene ascendencia sobre una inmensa mayoría de venezolanos. Sin embargo, ella enfrenta un riesgo: el tiempo.

Pues, después de las elecciones presidenciales del 28 de julio y lo sucedido el pasado 25 de mayo, si la población venezolana no percibe avances en la concreción de objetivos puntuales, ese liderazgo de María Corina Machado podría entrar en declive.

El tiempo es el gran rival de María Corina Machado y es —como ha sido en otras ocasiones— el gran aliado de un Nicolás Maduro que se ha servido de este factor para lograr desinflar a rivales como Leopoldo López o Juan Guaidó.

La Venezuela de hoy posee un escenario más complicado. Tenemos una sociedad fragmentada, prácticamente desalentada; un liderazgo sin horizonte y un poder sin convocatoria.

Venezuela es un país donde el presente es una bifurcación hacia dos caminos inciertos.

En medio de todo este caos, de un gobierno sin pueblo y de una líder de oposición con pueblo pero sin estrategia, pudiera estar un personaje construyendo un plan. Y ese personaje es el excandidato presidencial Henrique Capriles.

Capriles viene ejecutando lo que parece un plan a mediano plazo.

Primero, se lanza al agua al ser candidato a diputado nacional encabezando una lista. Se alía con el gobernador saliente del estado Zulia, Manuel Rosales. Al final, él sale electo diputado, Rosales pierde el Zulia y Capriles queda como una voz fresca para hacer oposición en el Poder Legislativo, lo que pudiera significar su relanzamiento en el espacio político nacional.

¡Amanecerá y veremos!

Eje Global
jdionisioss55@gmail.com | + posts

Licenciado en Comunicacion Social por la Universidad Santa María (Venezuela), con especialización en Gobierno Abierto por la Organización de Estados Americanos (OEA). Fue responsable de prensa del candidato a la presidencia de Venezuela Manuel Rosales, ha sido asesor de campaña de varios candidatos, además de fungir como director de comunicación en alcaldías y gubernaturas. Así mismo fue asesor de la Asamblea Nacional de Venezuela en materia de Comunicación.