La necesidad de un presupuesto sostenible para la conservación del medio ambiente

En la actualidad, uno de los grandes retos a los que se enfrenta el mundo es la crisis medioambiental, que afecta todos los aspectos de nuestra vida cotidiana. Desde la calidad del aire hasta la conservación de nuestros recursos naturales, la protección de áreas naturales y el manejo de residuos, todos estos elementos requieren atención constante. Sin embargo, el presupuesto que los gobiernos destinan para la conservación ambiental sigue siendo insuficiente y fragmentado, lo que pone en peligro la sostenibilidad de nuestro entorno y, por ende, nuestra calidad de vida.

Uno de los mayores problemas a los que nos enfrentamos es que los fondos destinados a la conservación del medio ambiente suelen gestionarse por proyectos aislados, lo que hace que la atención a estas necesidades sea limitada y temporal. El medio ambiente, en su esencia, no es un proyecto, sino una necesidad constante que requiere una atención continua, una planificación de largo plazo y recursos permanentes.

Por ejemplo, según un informe de la ONU, el presupuesto global destinado a la conservación del medio ambiente representa solo el 0.4 % del gasto público mundial, lo que es insuficiente para enfrentar los retos actuales de la crisis climática y ambiental.

La calidad del aire es uno de los pilares esenciales para garantizar una vida saludable. En muchas ciudades del mundo, la contaminación atmosférica es un problema grave que afecta a millones de personas. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que siete millones de personas mueren anualmente debido a la contaminación del aire, siendo las ciudades de países en desarrollo las más afectadas.

El presupuesto destinado a la mejora de la calidad del aire debe ser una inversión continua que permita implementar medidas eficaces para reducir las emisiones contaminantes, fomentar el transporte público eficiente y promover el uso de energías renovables.

Por otra parte, la gestión de residuos es otro de los ejes fundamentales en la lucha por un medio ambiente más limpio. En América Latina y el Caribe, por ejemplo, se generan más de 150 millones de toneladas de residuos sólidos urbanos al año, y solo el 16 % de esos residuos se reciclan adecuadamente, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

El manejo adecuado de los residuos sólidos no solo contribuye a la conservación de los ecosistemas, sino que también reduce la contaminación y mejora la salud pública. El control de residuos no puede depender de proyectos acotados, sino que debe ser una política pública continua con una suficiencia presupuestal garantizada.

De igual manera, las áreas naturales protegidas son los pulmones del planeta, y su conservación es vital para la biodiversidad y el equilibrio ecológico. El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) estima que alrededor del 15 % de la superficie terrestre mundial está bajo alguna forma de protección, pero se necesita un aumento significativo para frenar la pérdida de biodiversidad.

Los recursos naturales, como el agua, los bosques y los suelos, requieren un manejo sostenible que garantice su preservación para las futuras generaciones. Según el Banco Mundial, más de 2.1 mil millones de personas en el mundo no tienen acceso a agua potable segura, lo que resalta la urgencia de proteger estos recursos y gestionarlos adecuadamente.

El manejo del fuego es otro aspecto esencial en la protección del medio ambiente. Los incendios forestales son cada vez más frecuentes debido al cambio climático. Según la Coordinación General de Conservación y Restauración, Gerencia de Manejo del Fuego de la CONAFOR, durante el periodo 2020-2022 se registraron los siguientes datos:

2020: Se reportaron 6,719 incendios forestales en las 32 entidades federativas, afectando una superficie de 735,205.54 hectáreas. De esta área, el 95 % correspondió a vegetación herbácea y arbustiva, y el 5 % a arbórea.

2021: Entre el 1 de enero y el 15 de diciembre, se registraron 7,337 incendios que afectaron 660,734 hectáreas.

2022: Durante todo el año, se reportaron 7,611 incendios forestales en las 32 entidades federativas, afectando una superficie de 1,047,492.52 hectáreas. De esta superficie, el 97 % correspondió a vegetación herbácea y arbustiva, y el 3 % a arbórea. En promedio, se registraron 20 incendios por día.

Estos datos reflejan la persistencia y el impacto de los incendios forestales en México en los últimos años, resaltando la necesidad de estrategias más efectivas para su prevención y control.

Asimismo, el enfoque transversal debe ser la clave para una gestión eficaz del medio ambiente. No se trata solo de destinar recursos a proyectos específicos, sino de integrar la protección ambiental en todas las políticas públicas, en todos los niveles de gobierno y en todas las áreas de desarrollo. El cuidado del medio ambiente debe ser parte de una visión integral que abarque la salud, la economía, la educación, la cultura y la seguridad, entre otros ejes.

El medio ambiente como prioridad

Si los gobiernos realmente buscan mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos, deben comprender que la protección del medio ambiente es un pilar fundamental. No se trata de un tema aislado ni de un proyecto que se puede llevar a cabo de manera temporal y que concluya con un ejercicio presupuestal.

El medio ambiente es una necesidad constante y un derecho de todos. Al convertirlo en una prioridad en el presupuesto público, al igual que la salud, la seguridad y la educación, ejercido con total transparencia, rendición de cuentas y honestidad, estaríamos invirtiendo en un futuro más saludable, sostenible y justo para todos.

Margarita Gaspar Cabrera
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Licenciada en Derecho con Maestría en Transparencia y Protección de Datos por la Universidad de Guadalajara. Con una sólida trayectoria en el ámbito gubernamental, especializada en administración pública, legislación administrativa, compras gubernamentales, transparencia y proyectos estratégicos, a lo largo de mi carrera he demostrado una gran capacidad en la gestión pública, brindando asesoría en normatividad y políticas administrativas, así como en la optimización de procesos en el sector público.