Los populistas no saben economía ni política

“El meganegocio de los populistas es defender a los pobres.”

Carlos Díaz de León Valdez

El liderazgo es coyuntural, las ideas perduran y los notables no se dan en maceta. Hoy, en México los políticos populistas, por estadólatras de corte keynesiano-cardenista, han degradado a la política, destruido la economía y deteriorado a las instituciones republicanas: si los populistas supieran de política y de economía, no serían populistas. Critican al capitalismo que empezó con 1 mil millones de gente y el 95 % vivía en pobreza extrema; ahora, con más de 200 años de capitalismo con libre mercado y una población cercana a 8 mil millones, se ha reducido la pobreza extrema a menos del 5 %: los datos subrayan el milagro económico del capitalismo.

El PIB per cápita anual mundial entre los años 0 y 1800 creció al 0.02 %, igual a nada. Después de la Revolución Industrial, la tasa de crecimiento brinca al 0.65 %. El ritmo de crecimiento en la primera mitad del siglo XX salta al 1.06 %; en la segunda, al 2.1 %; al iniciar el XXI, al 3 %, y el futuro con posibilidades del 4.20 % al 4.25 %. Se vaticina un proceso de aceleración del crecimiento económico extraordinario. Los países que duplicaron su PIB: Reino Unido inició en 1780 y tardó 58 años; Estados Unidos en 1839 y en 47 años; Japón en 1885 y en 34 años; Italia en 1890 y en 21 años; España en 1958 y en 18 años; Corea del Sur en 1978 y en 9 años, y China en 1987 y en 7 años. El ritmo al que se duplica el PIB per cápita es más rápido, y la tasa de crecimiento se aceleró.

Malthus creyó que el incremento poblacional colapsaría al mundo por hambruna y fracasó porque la población creció en progresión aritmética, mientras los alimentos lo hicieron en progresión geométrica: el capitalismo progresista, por productivo, incrementó el desarrollo.

En los últimos 200 años se creció mucho más que en los poco más de 18 siglos anteriores. Jamás la economía estuvo mejor como en esta época. La población mundial en 1810 era de 1 000 millones, en 2000 éramos 6 200 millones, y ahora somos alrededor de 8 mil millones. Si en el mundo antes del capitalismo el 95 % de la población vivía en pobreza extrema, hoy, con una población ocho veces mayor, la pobreza extrema es del 5 %. Capitalismo progresista es socialdemocracia (democracia liberal con economía de y con mercados sustentados en responsabilidad social).

Es una estupidez que la teoría neoclásica afirme que los monopolios privados (se ganan el mercado con bienes y servicios de la mejor calidad, al mejor precio y con atención personalizada) son malos; sabiendo y reconociendo que los monopolios estadólatras son los dañinos y perjudiciales (controlan y manipulan la calidad del bien o servicio, fijan el precio y la atención es vertical), y que el nivel mundial de pobreza extrema, con la llegada del capitalismo con libre mercado, pasó del 95 % al 5 %, un aumento de prosperidad nunca visto.

Los países más libres son ocho veces más ricos que los reprimidos. El decil más bajo en el país libre está 11 veces mejor que su par en el país reprimido; y, además, tiene el doble de ingresos que más del 80 % que vive en el país reprimido. Los más pobres del país libre están mejor que el 80–90 % de la población del reprimido. En resumen: es mejor ser cola de león que cabeza de ratón; por tanto, vayamos con determinación al reencuentro con el nearshoring y el friendshoring para fortalecer al T-MEC.

Eje Global
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Licenciado en Economía por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y maestro por las facultades de Economía, Derecho y Ciencias Políticas de la misma universidad. Ha sido articulista en temas económicos y políticos en medios impresos, así como analista en medios electrónicos.
Se ha desempeñado como servidor público en varias secretarías de Estado, asesor legislativo en la Cámara de Diputados durante tres legislaturas y director de Enlace Legislativo de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo de México (CONCANACO-SERVYTUR).