
El pasado 10 de diciembre, en el marco de la Conferencia Nacional de Gobernadores (CONAGO) celebrada en Acapulco, Guerrero, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo convocó a los mandatarios estatales a asumir un rol proactivo en la seguridad pública de sus entidades. Subrayó que “la seguridad no es algo que se pueda delegar”, enfatizando la necesidad de una participación diaria y comprometida de los gobernadores en los gabinetes de seguridad locales.
Durante la reunión, se discutieron estrategias para fortalecer la coordinación entre los tres niveles de gobierno y se abordaron temas como el combate al narcotráfico y la contención migratoria, especialmente ante las amenazas de deportaciones masivas por parte del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump.
En el panorama político actual, Morena y sus aliados gobiernan en 24 de las 32 entidades federativas, mientras que la oposición, conformada por PAN, PRI y PRD, administra seis estados, y Movimiento Ciudadano gobierna en dos.
Esta distribución política plantea retos y oportunidades para la implementación de políticas de seguridad homogéneas en todo el país.
El diagnóstico de la seguridad en México revela desafíos significativos, con regiones afectadas por altos índices de violencia y presencia del crimen organizado. La administración de Sheinbaum ha propuesto una estrategia basada en el uso intensivo de inteligencia y la persecución de “generadores de violencia”, buscando una coordinación efectiva entre los tres niveles de gobierno.
Desde la perspectiva del Estado de Derecho, es fundamental que las autoridades estatales asuman su responsabilidad en la seguridad pública, garantizando que las instituciones actúen conforme a la ley y respeten los derechos humanos. La gobernanza efectiva en materia de seguridad requiere no solo de estrategias operativas, sino también del fortalecimiento institucional y la participación ciudadana.
Por lo que, la reunión de la CONAGO representa un paso hacia la consolidación de una estrategia de seguridad integral en México. Sin embargo, su éxito dependerá de la voluntad política de los gobernadores, la eficacia de las instituciones y la participación activa de la sociedad en la construcción de un entorno seguro y justo.
Doctor en Estado de Derecho y Gobernanza Global; Maestro en Política y Gestión Pública; Analista y Profesor Investigador de la Universidad de Guadalajara, México.