El Media Training de Donald Trump: Una estrategia de influencia mediática imparable

Donald Trump ha demostrado ser un maestro en el arte de manejar los medios de comunicación para su beneficio, y en las últimas elecciones presidenciales de Estados Unidos, este dominio mediático se consolidó aún más. A pesar de los esfuerzos de su oponente, Joe Biden, y la vicepresidenta Kamala Harris, Trump logró mantenerse en el centro de la conversación política, ampliando su influencia incluso fuera de la Casa Blanca. Este fenómeno no solo se basa en su habilidad para captar la atención, sino también en cómo ha sabido capitalizar situaciones personales y políticas a través de los medios.

Un ejemplo claro de esto es el atentado que sufrió en 2024, que, lejos de ser un revés, se convirtió en un trampolín para reforzar su figura. Trump, conocido por su enfoque directo y provocador, no solo hizo de este evento una oportunidad para posicionarse como un “líder fuerte” que se mantiene firme ante la adversidad, sino que también lo utilizó para criticar a sus opositores. A través de entrevistas y declaraciones en redes sociales, se presentó como una víctima de un sistema corrupto, reforzando la narrativa de “enemigos dentro y fuera del país”, que ya había utilizado durante su presidencia. La cobertura mediática de su atentado, que naturalmente atrajo la atención internacional, le permitió, de nuevo, tomar el control de los titulares, desviando la conversación hacia su figura y alejándola de las discusiones políticas que podrían haber dañado su imagen.

Trump ha demostrado ser excepcional en el uso de los medios para influir en la opinión pública. Durante las elecciones, uno de sus mayores éxitos fue su capacidad para generar controversia constante, incluso frente a su principal competidor, Joe Biden. Mientras Biden y Kamala Harris intentaban centrarse en propuestas políticas más tradicionales y detalladas, Trump se especializó en atacar, desinformar y desviar la atención. Las apariciones de Biden y Harris en medios de comunicación fueron muchas veces eclipsadas por las tácticas de Trump, quien aprovechó cualquier oportunidad para hacer comentarios provocadores y atraer a las cámaras hacia él. En comparación, la vicepresidenta Harris, pese a ser una figura importante en la campaña demócrata, no pudo capitalizar la misma atención mediática. Trump ha sabido dominar la narrativa mediante sus discursos intensos y una presencia ininterrumpida en los medios.

Además, Trump ha mantenido una relación especial con las plataformas de redes sociales, que le permiten amplificar su mensaje directamente a millones de seguidores. Mientras los demócratas intentaban navegar por los medios tradicionales y las regulaciones de contenido, Trump utilizaba Twitter, X y otras plataformas para comunicar mensajes rápidos y de alto impacto, no solo a sus seguidores, sino a todo el espectro de la opinión pública. A pesar de las críticas por su comportamiento en línea, su capacidad para dominar la agenda informativa ha sido innegable.

A lo largo de su campaña y en su regreso al escenario político, Trump ha mostrado cómo un dominio absoluto de los medios puede marcar la diferencia. Mientras Kamala Harris y Biden lidiaban con una narrativa más tradicional y moderada, Trump explotó al máximo su estilo confrontativo y polarizador, ganando la atención de los votantes y manteniéndose en el centro de la conversación política. Su dominio de los medios ha dejado claro que, en la política contemporánea, quien controla los mensajes y la narrativa mediática, tiene una ventaja decisiva.

En resumen, el “media training” de Donald Trump ha trascendido la formación convencional de los políticos. Ha aprendido a moldear los medios a su voluntad, creando una narrativa que lo mantiene relevante y en el foco de la atención, sin importar las circunstancias. A través de su habilidad para capitalizar tragedias, generar controversia y desafiar a la oposición, Trump sigue demostrando que, en la era digital, su control de los medios sigue siendo uno de sus mayores activos.

Eneas Mares París
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Licenciado en Ciencias de la Comunicación por el Tecnológico de Monterrey, Campus Estado de México, y Máster en Información Económica por la Universidad Complutense de Madrid. Es socio director de la agencia de Relaciones Públicas
Énfasis Corporativo, subdirector en Xinhua Intermedia y profesor de la Universidad Tec Milenio. Fue reportero del periódico El Financiero, corresponsal en México del portal de información empresarial Zona Financiera, consultor de diversas agencias de Relaciones Públicas, tanto en México como en España, así como director de Mercadotecnia de la Secretaría de Turismo del Gobierno de la Ciudad de México y asesor de comunicación en diversas entidades. Más de 26 años de experiencia impartiendo Media Training y talleres de manejo de crisis en medios a más de 300 empresarios, políticos, organismos gubernamentales, artistas, deportistas y líderes de opinión.
Es autor de los libros sobre Media Training: "El Vocero ante los
Medios" y "El Libro Blanco del Media Training".